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La tibia y el peroné son los dos huesos principales que forman la pierna, entre la rodilla y el tobillo. La tibia es el hueso más grande y soporta la mayoría del peso del cuerpo, mientras que el peroné, más delgado, juega un papel crucial en la estabilidad.
Las fracturas de tibia y peroné son, lamentablemente, un escenario común en accidentes de tráfico. Debido a su ubicación y función, estos huesos son especialmente vulnerables en situaciones como atropellos o caídas desde vehículos como motocicletas o bicicletas.
Normalmente la fractura de estos huesos se producen cuando, con el pie anclado al suelo, la persona realiza una torsión brusca de la extremidad, o bien tras un fuerte impacto en la zona.
En los casos en los que no se produce desplazamiento la fractura se soluciona sin cirugía. Sin embargo, sí será necesario realizar una intervención quirúrgica cuando se requiera colocar algún tipo de material de osteosíntesis.
Desgraciadamente, esta es una lesión que inhabilita a la persona afectada pues, incluso en los casos más leves, el lesionado no podrá apoyar el pie hasta el decimoquinto día. Además, tras el tratamiento médico será necesario un proceso de rehabilitación para reforzar la pierna y volver a caminar con normalidad.
Suelen producirse en la parte media del hueso o en la zona más próxima a la rodilla o al tobillo, es decir, cerca de las articulaciones.
Lo más normal es que la tibia y el peroné se fracturen de manera conjunta. Los síntomas, por tanto, de este tipo de lesión es un dolor intenso en el momento de la fractura, hinchazón de la zona y dificultad (si no incapacidad) para poder caminar o soportar peso con la pierna afectada.
Debido a lo fina que es la piel de la zona, no es raro que se produzca una fractura abierta, es decir, que el hueso atraviese la piel y quede completamente descubierto. Esto es uno de los casos más graves, pero no tiene por qué suceder siempre. Cuando la rotura del hueso es cerrada lo normal es observar una deformidad considerable de la zona.
Es importante que tomes fotos de la fractura en el momento en el que esta se ha producido, sobre todo si son abiertas o expuestas, por desagradable que pueda parecer. De esta manera podrás demostrar la gravedad de tu lesión.
Una fractura en particular que merece especial atención es la fractura de la meseta tibial. La meseta tibial es la superficie superior, plana, del hueso de la tibia, que se articula con el hueso del fémur en la rodilla.
Una fractura en esta área puede ser especialmente complicada debido a la importancia de la articulación de la rodilla para la movilidad y la carga de peso. Este tipo de fractura afecta la parte superior y plana del hueso de la tibia, donde se articula con el fémur, y tiene implicaciones particulares en términos de tratamiento y posible indemnización.
La indemnización será mayor si sufres secuelas después de tu accidente. Estas secuelas se tienen en consideración una vez finalizado todos los tratamientos médicos y de rehabilitación de tu fractura de tibia y peroné.
6. Pierna | ||
Código | Descripción de la secuela | Puntos de secuela |
Pseudoartrosis de tibia inoperable | ||
03208 | - Sin infección | 25 |
03209 | - Con infección activa | 30 |
Consolidaciones en rotación y/o angulaciones | ||
03210 | - De 1º a 10º | 1-4 |
03211 | - Más de 10º | 5-10 |
03212 | Osteomielitis de tibia | 20 |
03213 | Material de osteosíntesis tibia o peroné | 1-6 |
Las secuelas que procedan de tu fractura de tibia y peroné deben verse reflejadas en la prestación que recibas tras tu accidente.
La pseudoartrosis de tibia inoperable es una afección que ocasiona que el hueso no se estabilice correctamente tras la factura. Requiere, pues, de una nueva intervención quirúrgica, ya que de otra manera el organismo por su propia cuenta no fusionaría los fragmentos de hueso que se encuentran separados.
Las fracturas de tibia de hecho son las que menos probabilidades tienen de consolidarse correctamente. Puede considerarse pseudoartrosis si pasados los 9 meses no ha habido señal de mejora.
También puede ocurrir que la consolidación del hueso se produzca de manera natural en rotación o con angulaciones. Lo que esto produce es que los fragmentos del hueso se unan en posiciones anormales, no anatómicas, y se pueda observar una deformidad de la extremidad. Las consecuencias de ello es que el afectado sienta dolor y no pueda caminar con normalidad.
La osteomielitis de tibia es una infección del hueso que ocasiona dolor constante en la zona afectada. Sucede cuando los fragmentos del hueso que se han desplazado son expuestos a gérmenes. También el tejido cercano y el torrente sanguíneo que baña el hueso puede transportar una infección que afecte a la tibia y el peroné fracturados.
El material de osteosíntesis son todos los dispositivos empleados para unir los segmentos del hueso fracturado. Pueden ser clavos, tornillos, varillas o placas. El coste de estos materiales es considerado como parte de las secuelas y debe verse reflejado en la indemnización que recibe el lesionado.
Ahora bien, aunque estas son las principales secuelas que puedes sufrir tras una fractura de tibia y peroné, hay que tener en cuenta también los casos más extremos. Estos son cuando se producen secuelas motoras y sensitivomotoras de origen periférico que llevan a la parálisis o la paresia de la extremidad inferior afectada.
En alguna ocasión los nervios que rodean a la tibia y el peroné puede verse dañados cuando el accidente es de una gravedad considerable. Esto puede conducir a la pérdida de las funciones musculares del miembro inferior del cuerpo (parálisis) o, al menos, a la debilidad de los músculos de la zona de una manera más leve o moderada (paresia).
Sabemos que es mucha información la que debes conocer pues las lesiones en accidentes son situaciones muy complicadas. Por ello, en Ius & Lex ponemos a tu disposición nuestros servicios para que de lo único que te tengas que preocupar es de recuperarte.
Cada caso es un mundo y cada situación varía de una a otra. Es por esto por lo que nuestros abogados especializados se encargarán de revisar cada suceso de forma minuciosa y detallada. De esta manera, conseguiremos reclamar la indemnización por fractura de tibia y peroné que realmente te mereces.
No te conformes con menos. Deja que en Ius & Lex te ayudemos.
Aspecto | Descripción |
---|---|
Duración de la Recuperación | El periodo desde el minuto 1 del accidente hasta obtener el alta laboral y retomar la vida diaria. |
Gravedad de la Lesión | Varía según la lesión; las fracturas abiertas aumentan el riesgo de infección. |
Tiempo de Curación Aproximado | 90-120 días. |
Variabilidad Individual | Depende de cada persona; es importante considerar las características individuales. |
Incapacidad Laboral | Necesaria tras una fractura de tibia y peroné; recuperación normal tras 90 días de rehabilitación. |
El tiempo que tardas en recuperarte de tu lesión es lo que determina el importe de la indemnización que recibes. El intervalo de tiempo que se tiene en cuenta es el que va desde el minuto 1 del accidente hasta el momento en el que obtienes el alta laboral y consigues retomar tu vida diaria.
El proceso de recuperación es variado y depende de la gravedad de la fractura. Una recuperación típica puede durar al menos 90 días. En los casos más severos, donde la fractura es abierta, el hueso puede perforar la piel, quedando expuesto. Esta situación no solo es dolorosa sino que también aumenta el riesgo de infección.
Tiempo de curación aproximado: 90-120 días
El tiempo de recuperación que lleva una fractura de tibia y peroné varía de una persona a otra, por ello es esencial conocer las características de cada caso y en base a ello calcular la prestación que debe recibir el afectado.
Si bien, muchas veces lo que más preocupa al lesionado es cuándo podrá caminar de nuevo tras una fractura de tibia y peroné, las cuales requieren prácticamente siempre de una intervención quirúrgica y de la inmovilización de la extremidad inferior por al menos 15 días.
Una lesión de este tipo casi siempre va a ocasionar que la persona afectada deba pedir la baja laboral pues, como pronto, podrá recuperar su vida normal tras 90 días de rehabilitación.
A continuación te explicamos todo lo que tienes que saber para calcular la indemnización que deberías recibir tras tu fractura de tibia y peroné en un accidente.
Las aseguradoras suelen intentar que la prestación otorgada al lesionado sea menor de la que realmente le corresponde. Por ello, en Ius & Lex te aportamos información útil para que tú mismo conozcas la cuantía a la que deberías tener acceso.
Con todo, no olvides que puedes contactar con nuestros abogados para que valoren tu caso de manera aislada y te asistan en este complicado proceso. Nosotros te escuchamos.
Para calcular la indemnización que corresponde tras un accidente se tienen en cuenta dos factores:
Cada día de tratamiento supone una compensación económica. Las sesiones de rehabilitación del lesionado se clasifican en función de la gravedad de las mismas. Teniendo esto en cuenta, la indemnización seguiría el siguiente esquema:
Las lesiones temporales (tabla 3) se dividen en tres a su vez.
En este caso, sí se tiene en cuenta el grado del perjuicio: la limitación de la autonomía personal puede ser considerada moderada, grave o muy grave.
Las valoraciones económicas de cada uno de estos perjuicios se calculan en base a la siguiente tabla (Baremo 2022):
Tabla 3 | |
Tabla 3.A Perjuicio Personal Básico | |
Indemnización por día | 32,91 € |
Tabla 3.B Perjuicio Personal Particular | |
Por pérdida temporal de calidad de vida | |
Indemnización por día (incluye la indemnización por perjuicio básico) | |
Muy grave | 109,70 € |
Grave | 82,28 € |
Moderado | 57,04 € |
Por cada intervención quirúrgica | De 438,80 € hasta 1.755,21 € |
Tabla 3.C Perjuicio Patrimonial | |
Gastos de asistencia sanitaria | su importe |
Gastos diversos resarcibles | su importe |
Lucro cesante | su importe |
Veamos un ejemplo. Alba, de 41 años, ha recibido un fuerte impacto en su pierna derecha durante un accidente y esto le ha ocasionado una fractura de tibia y peroné en la parte media del hueso. La fractura es expuesta por lo que la atienden en el hospital de urgencia. Este es un resumen de su incapacidad temporal:
Tiempo de curación: 143 días + 4 días hospitalizada ⇒ 105 de ellos Alba no pudo desarrollar con normalidad las tareas de su día a día y necesitó de la ayuda de una tercera persona hasta que la lesión se curase.
Consideramos los 4 días de hospitalización como Perjuicio Personal Particular grave por el dolor ocasionado por la fractura y su cirugía = 329,12 €
105 días de Perjuicio Personal Particular moderado (los días que ya no estuvo hospitalizada, pero estuvo impedida por las características de su lesión y no pudo continuar con su actividad laboral) = 5.989,20 €
38 días de Perjuicio Personal Básico que son los días en los que la lesión perdura, pero Alba ya ha podido retomar su vida con más o menos limitaciones. Es lo que se conoce como «perjuicio común» = 1.250,58 €
Una fractura expuesta de tibia y peroné como la de Alba requiere de una operación quirúrgica para la estabilización y consolidación del hueso. En este caso existen varios tipos de cirugía según el tipo de fractura (fijación interna, fijación externa, reducción cerrada, clavo intramedular...).
A nuestra afectada le han tenido que colocar un clavo intramedular en su pierna derecha. Esto es una varilla situada en la cavidad medular del hueso junto con 2 clavos atornillados a cada extremo del mismo. De esta manera se consigue estabilizar los fragmentos del hueso fracturados.
Estas varillas y clavos es lo que se considera material de osteosíntesis y su importe, junto con el de la cirugía, deberá ser comunicado en el informe médico emitido tras la operación. Alba tiene derecho a ser resarcida de estos gastos.
La intervención quirúrgica a la que ha sido sometida Alba es considerada un concepto indemnizable independiente. La cuantía de esta operación deberá ser establecida por los médicos y comunicada a la aseguradora. Para ello, se deberá tener en cuenta las características de la cirugía, su complejidad y la clase de anestesia empleada en la misma.
Por otro lado, hemos hablado del Perjuicio Patrimonial que contempla el daño emergente y el lucro cesante. En el caso del primero, se deberá indemnizar a Alba el coste de las muletas que ha tenido que comprar para poder caminar tras la fractura.
En el caso del lucro cesante, al haber estado 105 días de baja laboral se tiene que tener en cuenta los ingresos que habría recibido durante este periodo de tiempo observando sus nóminas pasadas y haciendo un estudio de lo que ha dejado de ganar en esos meses por culpa de la lesión.
En total = 7.568,90 € en indemnización por incapacidad temporal + gastos de la intervención quirúrgica, gastos de asistencia sanitaria y lucro cesante.
Las secuelas o incapacidad permanente (tabla 2) son aquellos daños que se mantienen una vez han terminado las lesiones temporales y el proceso de curación y rehabilitación ha concluido. Las secuelas también se dividen en tres:
Es importante señalar que cuando se valoran los puntos de secuela, se diferencia entre:
Aunque para la calcular la indemnización por incapacidad temporal no es necesario tener en cuenta la edad de la lesionada, ahora sí. Recordemos nuestros ejemplo: Alba, una mujer de 41 años, presenta una fractura de tibia y peroné y el hueso ha llegado a atravesar la piel.
Por suerte, las secuelas de la lesión de Alba no son muy graves. Tras la primera cirugía el hueso ha consolidado correctamente, aunque con una ligera angulación de pocos grados. Esto le otorga 2 puntos de secuela.
No presenta pseudoartrosis de tibia por tanto y el hueso tampoco se ha visto afectado por ninguna infección, por lo que no ha sufrido osteomielitis de tibia.
Ahora bien, las varillas y tornillos empleados para consolidar el hueso y que los fragmentos fracturados retomasen su posición anatómica normal (que es lo que previamente hemos llamado material de osteosíntesis) se consideran secuela. Por ellos, recibe 4 puntos más.
Una vez valoradas las secuelas que derivan de su fractura de tibia y peroné, Alba cuenta en total con 6 puntos de secuela por perjuicios fisiológicos.
En base a lo establecido en la tabla 2.A.2, una lesionada de 41 años con 6 puntos recibiría una indemnización de 5.726,94 €
Al no superar los 60 u 80 puntos de secuela, no recibe indemnización por Perjuicio Personal Particular. Tampoco se percibe la necesidad de una compensación por Perjuicio Patrimonial ya que no necesita prótesis o arreglos en su hogar debido a la lesión (en general no cuenta con gastos por asistencia sanitaria futura), y por haber podido retomar su actividad laboral una vez finalizado el proceso de rehabilitación.
Algo que sí se le debe añadir son 3 puntos por perjuicio estético ligero derivados de la larga cicatriz que ha dejado la operación quirúrgica en su pierna = 2.714,03 €
Por tanto, el total de la indemnización sería la siguiente:
Indemnización por incapacidad temporal ⇒ 7.568,90 €
Indemnización por secuelas ⇒ 8.440,97 €
Total ⇒ 16.009,87 €
Ahora ya conoces toda la información acerca de cómo calcular una indemnización por fractura de tibia y peroné en un accidente de cualquier tipo. El siguiente paso es comenzar el proceso para la reclamación de una compensación por tu propio caso particular.
En Ius & Lex te aseguramos que la indemnización que recibes es realmente la que te corresponde y no una suma inferior. Muchas veces las aseguradoras pretenden abonar un importe menor al trabajar con baremos propios o no tener en cuenta muchos daños por secuelas.
Nuestros abogados estarán disponibles en todo momento y estudiarán tu situación con toda la atención que merece. Contacta con nosotros para que podamos empezar a trabajar en ello.
La indemnización por una fractura de tibia y peroné se determina en función del tiempo de recuperación y de si la lesión ha llevado a una baja laboral o a una hospitalización.
Tipo de días | Cuantía |
---|---|
Días impeditivos (Baja laboral) | 52 Euros |
Días no impeditivos | 30 Euros |
Días de Hospitalización | 75 Euros |
Unidad cuidados intensivos | 100 Euros |
Por intervención quirúrgica | De 400 a 1.600 Euros |
Lamentablemente, no todas las fracturas sanan completamente, y es posible que queden secuelas. Si es tu caso, la indemnización puede aumentar significativamente. Las secuelas pueden variar desde molestias constantes hasta limitaciones en la movilidad. Si estas secuelas afectan tu capacidad laboral, es posible que se te otorgue una incapacidad laboral parcial, total o absoluta, incrementando así la indemnización.
Además, si debido a la fractura has experimentado una disminución de tus ingresos laborales, podrías tener derecho a una compensación por lucro cesante.
La indemnización que puede recibir tras un accidente que provoque una fractura de tibia y peroné dependerá de diversos factores: la gravedad de la fractura, el tiempo necesario para la recuperación, si se ha requerido cirugía, si hay secuelas permanentes y el impacto de la lesión en su capacidad para trabajar y en su vida diaria.
En general, las indemnizaciones suelen cubrir tanto el daño físico como el daño moral, así como cualquier pérdida económica resultante del accidente (como salarios no percibidos). Es esencial consultar a un abogado especializado para obtener una estimación más precisa y adecuada a su situación particular.
Tras sufrir un accidente de tráfico, es crucial actuar de manera adecuada para proteger sus derechos y asegurarse de recibir la indemnización que le corresponde. Aquí algunos pasos que le recomendaría seguir:
Si después de la recuperación sigue teniendo problemas de movilidad, dolor, o cualquier otro tipo de secuela derivada de la fractura, tiene derecho a una indemnización adicional por dichas secuelas. Es vital que cualquier secuela o problema residual sea adecuadamente documentado por profesionales médicos.
Estas secuelas pueden afectar su calidad de vida, capacidad de trabajo y bienestar emocional, por lo que es fundamental que sean consideradas en la indemnización final. Su abogado podrá asesorarle y guiarle en cómo proceder para garantizar que se le compense adecuadamente por cualquier daño o secuela a largo plazo.